Los Thunder, agradecidos por las aportaciones de Chris Paul y pivotando en la reconstrucción, le dejaron elegir su destino la pasada temporada.
Las especulaciones se dirigieron rápidamente a los Lakers, en gran medida por su amistad con LeBron James. Pero se dice que Paul no quería perseguir un anillo con los ya establecidos Lakers.
En su lugar, eligió Phoenix. Los Suns eran un equipo joven en ascenso, y Paul los hizo mejorar. Pero Phoenix no había llegado a los playoffs en una década. A mediados de sus 30 años, a Paul se le estaba acabando el tiempo mientras que parecía que este elenco necesitaría más de él antes de hacer una profunda carrera de postemporada.
Parecía que Paul se había conformado. Se conformó con un equipo en el que seguiría siendo el líder dentro y fuera de la pista. Se conformó con un equipo cerca de su casa en Los Ángeles en lugar de un contendiente más fuerte más lejos. Se conformó con la comodidad de un entrenador conocido (Monty Williams, que entrenó a Paul en Nueva Orleans) y una estrella (Devin Booker, que está representado por la misma agencia).
No es que Paul lo viera así.
"En cualquier equipo en el que esté", dijo Paul poco antes del traspaso, "creo que competimos por un campeonato".
Este miércoles Paul llevó a los Suns a las Finales de la NBA. Comenzó a celebrar en serio justo después de que Patrick Beverley le empujara al suelo, levantándose para bombear sus puños con una sonrisa.
Paul pasó seis temporadas en Nueva Orleans y otras seis con los Clippers. Aunque lideró algunos equipos fuertes, especialmente en Los Ángeles, se hizo conocido por no pasar nunca de la segunda ronda.
Consiguió un traspaso a los Rockets y llegó por fin a las finales de la Conferencia Oeste, pero mientras empujaba a los poderosos Warriors al borde del abismo, se lesionó. La situación en Houston evolucionó, y el propietario de los Rockets, Tilman Fertitta, se quejó de su contrato. Houston incluyó varios picks para deshacerse de él y conseguir a Russell Westbrook.
En Oklahoma City, Paul se restableció como una estrella y ha jugado aún mejor en Phoenix. Ahora, finalmente está combinando su impresionante juego individual con el éxito del equipo en los playoffs.
Al formar parte de 11 equipos del All-Star antes de llegar a las Finales de la NBA, Paul empata con Kevin Garnett y Oscar Robertson como máximos responsables. Las otras estrellas que lograron tanto antes de llegar a las Finales de la NBA -Garnett (Celtics de 2008) y Robertson (Bucks de 1971)- ganaron el título.
Aunque Paul tiene 36 años, esto tampoco es necesariamente el final de su trayecto. Seis de los siete jugadores que llegaron por primera vez a las Finales de la NBA tras formar parte de ocho equipos del All-Star -Garnett, Robertson, Karl Malone, John Stockton, Ray Allen y David Robinson- llegaron a unas segundas Finales. La excepción -Patrick Ewing- hizo que su equipo (los Knicks de 1999) llegara a otras Finales, aunque con él lesionado.
Fuente: NBC Sports