Álvaro Morata regresa al Atlético de Madrid tras un parón de selecciones que le dejó un sabor agridulce. Los pitos que recibió en el Bernabéu durante el España-Brasil han empañado su regreso al club rojiblanco, a pesar del apoyo incondicional que recibe tanto del club como del vestuario.
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El club y la plantilla consideran que los pitos hacia Morata fueron injustos e inoportunos. "Es fuerte, ha madurado mucho y ha superado momentos más complicados", afirman desde el entorno del jugador.
El delantero no atraviesa su mejor momento deportivo. En los últimos dos meses solo ha marcado un gol, y su rendimiento ha bajado considerablemente desde el inicio de la temporada. Dos lesiones en las últimas semanas han impedido a Morata retomar el vuelo que traía en la primera mitad del campeonato. "Me está costando estar como antes", ha reconocido el propio jugador.
Un doble desafío: Atlético y Selección
Morata tiene un doble desafío por delante: recuperar su mejor nivel con el Atlético y ganarse la confianza de la afición española. "Es clave para De la Fuente y Simeone, y se ve fuerte para poner un buen broche a la temporada", afirman desde el entorno del jugador.
Morata ha negado rotundamente las informaciones que aseguraban que hizo un gesto al palco o se encaró con la grada tras los pitos recibidos en el Bernabéu. "Por favor señores de ciertos medios deportivos, no intenten dañar mi imagen. Ningún gesto a ningún palco. Gracias", escribió el jugador en sus redes sociales.
El futuro de Morata dependerá en gran medida de su rendimiento en los próximos meses. Si recupera su mejor versión, podría convertirse en una pieza clave para el Atlético en la lucha por la Champions League y para la selección española en el próximo Mundial.