Muy auspicioso fue el comienzo de temporada para Oswaldo Cabrera, quien aprovechó la baja por lesiones de algunos de sus colegas para colarse en el esquema diario del mánager Aaron Boone al frente los Yankees de Nueva York.
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En los primeros 10 partidos consiguió 12 imparables en 36 turnos legales que además, fueron acompañados por 1 doble, 3 cuadrangulares, 10 carreras remolcadas, 8 anotadas, 4 bases por bolas, 9 ponches para promedio de .333, porcentaje de embasado en .400, slugging de .611 y OPS en 1.011.
Esos son números de élite en para cualquier circuito y a pesar de que vino un pequeño bache en los siguientes 3 duelos, con 2 inatrapables en 10 chances válidos que descendió el average hasta .294, se dio una recuperación con 5 indiscutibles en 13 turnos que le permitió retornar al potro de los .300, específicamente .310.
De modo particular, el beisbol es una disciplina de rachas, positivas o negativas, y una difícil ahora atraviesa el hermano menor de Leobaldo, que en los recientes 6 compromisos (sin incluir la jornada de este viernes) solo ha podido despachar 3 indiscutibles en 22 oportunidades, situación que casusa una hemorragia en sus guarismos porque además, solo ha llevado a 1 compañero a la registradora, no ha conseguido extrabase o pasaporte alguno y además, se ha ponchado 5 veces.
Para el de Guarenas la cifra en promedio de bateo cayó hasta .263, el OBP a .294, el slugging a .425 y el OPS hasta .719; aunque se trata de instantes difíciles, en esos dos últimos apartados, la cosecha inicial le permite estar por encima de la cifra media de Grandes Ligas, ubicada en .384 y .699 respectivamente.
Oswaldo Cabrera en el corto plazo
En este deporte nadie está exento de una cadena adversa, no obstante, el utility de los Bombarderos del Bronx debe procurar una recuperación rápida para “complicarle” las decisiones a su estratega, esto cuando se den las reincorporaciones paulatinas de hombres como D.J LeMahieu, Jon Berti y cuidado si su propio paisano Oswald Peraza.