Un equipo de científicos de la Universidad Johns Hopkins y la Universidad de California en San Diego ha ideado una innovadora solución para abordar los problemas de privacidad y seguridad asociados con los AirTags de Apple, dispositivos que, en teoría, podrían ser utilizados malintencionadamente para rastrear la ubicación de personas sin su consentimiento. Esta propuesta surge como respuesta a la creciente preocupación por el potencial acoso mediante la colocación no autorizada de AirTags para el seguimiento secreto de individuos.
NOTAS RELACIONADAS
La primera parte de la solución propuesta implica que un iPhone solo detectaría la presencia de un AirTag si recibe señales específicas a lo largo del tiempo. En otras palabras, se requiere una cantidad suficiente de datos para que el sistema reconozca que está siendo seguido de manera sospechosa. Este enfoque actuaría como un mecanismo de alerta, revelando la existencia de un AirTag adicional y notificando al usuario sobre su presencia cercana durante un período inusual.
En segundo lugar, los investigadores proponen el uso de "codificación de corrección de errores", un método diseñado para lidiar con la gran cantidad de datos generados por los AirTags y otros dispositivos. Esta técnica separa la información crucial del ruido, preservando la calidad de la señal incluso en presencia de errores o interferencias.
La combinación de estos dos conceptos busca lograr un equilibrio entre la detección efectiva de posibles amenazas, como el rastreo no autorizado, y la preservación de la privacidad de los usuarios de AirTags. Los científicos confían en que esta estrategia representa una solución más equitativa y eficaz en comparación con las implementaciones actuales de la tecnología. En teoría, este mecanismo haría teóricamente imposible que alguien pueda utilizar el dispositivo de Apple para rastrear a otras personas sin su autorización, abordando así los problemas de acoso asociados con los AirTags.